Sin duda, es clave trabajar las emociones, la educación emocional, desde edades tempranas, y en este sentido hay mucho avanzado en este aspecto, pero es básico también trabajar el desarrollo emocional en educación superior pues son capacidades que se pueden trabajar a cualquier edad.
Si analizamos la situación actual mundial, los efectos de la pandemia en salud mental están siendo alarmantes, por ello, se ha visto que el incremento de las habilidades emocionales es preventivo de aspectos como depresión, suicidio, estrés, así como en el rendimiento académico de estudiantes, por ello, es básico para el desarrollo del bienestar integral de las personas trabajar en cualquier etapa vital de educación la inteligencia emocional y competencias emocionales. Eso sí, es clave que se trabaje con programas de intervención de desarrollo de habilidades emocionales basado en evidencia científica y con alto rigor científico y se evalúe su impacto.
