Se basa en la idea de que nuestra capacidad de tomar decisiones éticas se ve limitada o restringida por presiones internas y externas.
La mayoría de las personas actúan de manera ética, pero no en toda situación.
Las presiones externas como el conformismo o la tendencia de simular las acciones de las personas que nos rodean por alcanzar aceptación puede hacer que no nos comportemos de la mejor manera posible. Es importante entender que todos tenemos limitaciones éticas, y que es importante hacer conciencia sobre cuál es la base de nuestras conductas y para qué las ejecutamos.
Psi. Thairi Salvador